ÉL
ACORDEON Y LA MUSICA PROVINCIANA,
HOY VALLENATA
Por Osvaldo Robles Cataño
Director Universidad Cooperativa de Colombia - Cali
Nos cuenta el doctor JOSE MARIA GOMEZ DAZA - CHEMA GOMEZ, el autor del “COMPAE CHIPUCO”, y DE “FONSECA”, entre
otras melodías, que, después de la primera guerra mundial, en 1.918, los
comerciantes italianos Donato Annicharico
y Donato Pugliese introdujeron por Riohacha él instrumento
musical que llego a ser él símbolo exclusivo de la Provincia de Padilla y hoy
lo es de Valledupar : EL ACORDEON.
Donato Annicharico tocaba el instrumento
y en su almacén de Fonseca tenia para la venta varios ejemplares, con sus
manuales respectivos. Personalmente interpretaba música italiana : “Torna Sorrento”, “Mama Mía” o “Sole
Mío”.
Comenzó por enseñarle en Riohacha a
Aquiles Blanquicet, uno de sus dependientes del lugar, que se domicilió luego
en él corregimiento de El molino, donde ejecutaba esas sonatas delicadas. Y en
Fonseca, sus empleados Luis Pitre y Gabriel Sajaut, también fueron sus
discípulos aprovechados y con él aprendieron a ejecutar esas melodías
napolitanas.
Donato había llegado viudo a Fonseca, con
sus dos hijas Donatila y Elia ; y posteriormente contrajo matrimonio con
Inés De Leon, natural de Barrancas, con la que se formo su nuevo hogar, del
cual le nacieron otros hijos. En su almacén, que era una miscelánea de
comercio, llego también a vender los primeros GRAMOFONOS que se conocieron en la Provincia. Por él, pues, y por Donato Pugliese,
recibimos él acordeón y nos anticipamos ensayando sus compases.
LA
MUSICA PROVINCIANA
La modesta banda de música de viento que
se había venido formando en Fonseca se desintegro casi totalmente en esos
mismos años posteriores a la primera guerra mundial. La UNITED FRUIT COMPANY
había adquirido los derechos de la compañía francesa que explotaba la Zona
Bananera, y desde Ciénaga hasta Fundación se había intensificado abundantemente
la riqueza del oro verde.
Muchas fueron las gentes de la Provincia
y de Riohacha que emigraron a ese lugar en busca de trabajo. De Fonseca
viajaban por las noches familias enteras unidas, haciendo largas jornadas en
burros, para llegar a aquella tierra prometida.
Y los músicos de la banda lugareña
también emigraron en busca de trabajo. Se quedaron solamente Juan Solano, José
Antonio Pumarejo, que tocaban el bajo y los platillos, y él “Mocho Rincones”,
mocho de un brazo, que tocaba el redoblante con el madero que le reemplazaba la
mano. Estos sobrevivientes de la banda de
Fonseca formaron con Luis Pitre y Gabriel Sajaut, los dos acordeoneros de
Donato Annicharico, un grupo musical, denominado “LA PEOR ES NA” y comenzaron a
crear entonces la música Provinciana (hoy música vallenata).
Él aprendizaje del acordeón se fue
extendiendo muy rápidamente, y cada día se formaban nuevos virtuosos del
instrumento. Se crearon otros grupos musicales que
ahora acompañaban él acordeón con bombo, redoblante y guacharaca, animados por
un personaje ayer desconocido: “él cantante”. El más renombrado de estos grupos
creadores de música nueva fue él de ËL HATICO”, de Luis Enrique Martínez,
(padre del autor de “LA TIJERA”), quien residía con su familia en ese caserío.
Así nació la verdadera MUSICA
PROVINCIANA, hoy VALLENATA. Y se hizo a un lado el acompañamiento de los de la
vieja banda fonsequera de música de viento. Él grupo de ËL HATICO” tuvo fama en toda
la Provincia. Venían a escuchar su música personas importantes como Fidel
Garcia Gómez, Piano (Tomas Cipriano) Medina Gómez, y conocidos políticos
Riohacheros como don Andrés Cúrvelo Iguarán.
Un aficionado de Palmarito (pueblo
cercano a San Juan del Cesar), compuso una tonada que luego tuvo renombre
continental con la letra que le acomodara un prestigioso músico argentino. Así nació la bella melodía “Santa Marta
tiene tren”, que se bailaba tanto en Buenos Aires como en New York: “Santa Marta, Santa Marta, tiene
tren - Santa Marta tiene tren pero no
tiene tranvía - Si no fuera por la Zona, ay, caramba, - Santa Marta, moriría, ay, hombe !-. “
La letra inicial de esta tonada,
compuesta por él autor de Palmarito, es la siguiente : “Mi mujer, mi mujer
se ha vuelto loca - y yo me quede llorando - a la p.... de su madre, - que me
la cambie por otra. – Tanto como yo que la vida no vale nada “.
Surgieron luego compositores como Tobias
Pumarejo. Y como quien nos hace este relato, CHEMA GOMEZ DAZA, autor del
son Provinciano “FONSECA”, y del “COMPAE CHIPUCO”, entre otros. La letra de “FONSECA”, tan sentida y
evocadora como su música, compuesta en 1.926, es la siguiente :
“Allá en Fonseca donde brilla la luna -
entre cardos y tunas suena una acordeón ; - canta la vida de un pueblo y
sus montañas - llanuras y mujeres de noble corazón ; - cuando estés triste
cántale a tu tierra - así darás a ella grata contribución ; - cántale a tu
provincia risueña y bullanguera - que de la Costa entera es tierra de
promisión.”.
ORIGEN
DE LA MUSICA PROVINCIANA
Sostiene el doctor GOMEZ DAZA que el origen de las música provinciana es eminentemente
aruhaco. Él primer día de los Carnavales se toca en Fonseca “ÉL CHICOTE”, con
mujeres disfrazadas de indios y de indias, y él baile se hace con movimientos
horizontales, como ocurre entre los Aruhacos ; y no con movimientos
circulares, como la gente civilizada. Y tiene un acento acompasado, repetido,
monótono, como en las danzas aruhacas. “ÉL CHICOTE”, es la tonada provinciana
tradicional, y aun se toca en nuestros días con música de viento y con
acordeón.
Él segundo día de Carnaval se baila “ÉL
PILON”, expresión emocionada de nuestro folklor tradicional, representado por
mujeres pilando el maíz, con música y versos especiales, y también con él
acento acompasado y repetido de los bailes indígenas.
La letra de “Él Chicote” hace alusión a
un indio aruhaco, ya civilizado, que vivía en Fonseca : “Al pobre Vicentico - ya lo llevan a
enterrá - con los hijos chiquiticos - y la mujer embarazá -“
LA
MUSICA PROVINCIANA EN BOGOTA
En los años veinte, en dos ocasiones se
festejaron carnavales estudiantiles en Bogotá, y se organizaron varios grupos
musicales de diferentes regiones : de Venezuela, de Bogotá, del Chocó y de
la Costa, y otros del conservatorio de música dirigido por los hermanos Uribe
(hombre y mujer) que se ganó el primer
premio ; el segundo fue para el grupo costeño, del que era violinista el
doctor GOMEZ DAZA, a la sazón estudiante de Odontología. Este grupo llevó por primera vez a Bogotá la
música provinciana con acordeón.
El director del Conservatorio de Música
de ese entonces, el maestro Espinosa, muchos años después, se tropezó en New
York con el doctor GOMEZ DAZA, y se
acercó para felicitarlo porque la música provinciana de su grupo estudiantil
había triunfado y había tenido éxito y acogida en el propio New York, donde era
ya conocida.
La música “PROVINCIANA” es la música “VALLENATA” de hoy.
Hasta aquí el relato del doctor GOMEZ DAZA.
Cali,
abril de 1996.
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