sábado, 26 de mayo de 2018

Chema Gomez y el "Compa´e Chipuco

Acotaciones de los Viernes

Chema Gómez y el “Compae' Chipuco”

Por: José Alejandro Vanegas Mejía

En menos de un mes se han des pedido de este mundo varios personajes del arte musical. Cada uno de ellos por sus méritos y por el grado de influencia alcanzado entre sus admiradores, ha dejado un vacío que poco debe convertirse en inevitable nostalgia.

Enumerar a esos exponentes de la composición musical y señalar sus melodías representativas, seria un ejercicio de nunca acabar y al mismo tiempo una forma de retardar el reposo que merecen quienes dedicaron gran parte de su existencia a brindar alegría y esparcimiento a grandes multitudes en los diversos escenarios de la música y de la vida.

El más reciente de los ilustres desaparecidos es José María Gómez Daza conocido entre sus amigos y los admiradores de la música "vallenata" con el apocorístico "Chema". Pero "Chema” Gómez no fue un juglar con las características que adornaron a la gran mayoría de los cultores de esta música vernácula.

En efecto, el odontólogo josé María Gómez Daza desde muy joven tuvo contacto con la música y fue estudiante de conservatorio. En efecto, des­pués de terminar sus estudios en el Colegio Mayor del Rosario en Bogotá, Chema Gómez ingresó al Conservato­rio de música de la Universidad Nacional y allí aprendió a tocar varios instru­mentos, entre ellos el piano, el violín, la guitarra y la flauta.

Cuando se habla de los más cono­cidos compositores de música de acor­deón se piensa que estos personajes se la pasaban de pueblo en pueblo en bus­ca de público para sus interpretaciones y con la marcada intención de llevar "recados" de unos familiares a otros para cumplir un encargo solicitado. No es el caso de Chema Gómez, quien se vinculó al Batallón Córdova en la ciu­dad de Santa Marta y con el ejército re­corrió muchas veces las regiones hasta donde ejercía su influencia ese cuerpo armado. De esa forma, en brigadas odontológicas.

Chema Gómez viajó por todo el territorio del antiguo Magdale­na Grande y en esos sitios tuvo oportu­nidad de ejercer su vocación musical sin llegar a convertirse en un hombre pa­rrandero. Sus momentos de expansión, sin embargo, se producían en el seno de reuniones familiares en las cuales ren­día culto a la amistad sincera. Sin duda la canción que más re­nombre ha dado a Chema Gómez es "Compae' Chipuco".

En ella narra la historia mil veces repetida de su encuen­tro con un anciano de características inconfundibles para identificar a un per­sonaje de la antigua Provincia. Y fue Carlos Vives quien, al cumplir con un imperativo de su vena sentimental por nuestra región costeña, lanzó a la esce­na internacional la obra de Chema Gómez.

Pero los herederos de Chema Gómez recuerdan con mayor ternura la letra de "El piojo", interpretada por Iván Villazón. Esta canción era el himno con el cual el viejo Chema contentaba y ha­cía reír a su esposa Celia Bermúdez cuando ella le exigía finalizar las inter­minables sesiones musicales. La letra, evidentemente, era mucho más picante que la grabada hace algunos años.

Aunque sólo se recuerdan unas pocas canciones compuestas por Chema Gómez, del mismo autor también han grabado "Fonseca", "Sanjuanera" y "Carrizal". Además, permanecen inédi­tas "Santa Marta", "Amor borracho". "El indio leguleyo", "Pizpireta", "El beso", "Alborada musical", "La gace­la", "La cachaca" y "El retrato de Compa'e Chipuco", especie de carta abierta a Rafael Escalona en la cual le recuerda "los tiempos de antes".

Nacido en Fonseca el 27 de diciem­bre de 1907, el autor de "Compa'e Chipuco" falleció el 11 de agosto en Santa Marta, ciudad donde residió du­rante más de sesenta y cinco años y con­formó una familia ejemplar.

Paz en su tumba.

Publicado en el periódico EL INFORMADOR, el viernes 15 de agosto de 2003. 

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