jueves, 1 de abril de 2021

Jesus " Chu Maraca" Torres, no era guitarrista (Q.E.P.D.)

Perdón que meta la cucharada:

Jesús " Chu Maraca" Torres, no era guitarrista (QEPD).


Se inició como maraquero, de ahí el remoquete.

No olvidéis que por estas tierras de Dios, a lo andaluz, las maracas precedieron a la guacharaca. En Fonseca había mucho maraquero, me acuerdo también de Ñaño Pitre, vestido de impecable blanco con sombrero ala corta, acompañado de dos guitarras tocando de todo, incluyendo sones cubanos.

"Chu" fue acordeonero, gran imitador de Calixto Ochoa y del estilo corralero, pero no fue un gran ejecutante del piano de marinero, como le decían los europeos al arrugado fuelle.

Por eso, cuando en Fonseca aparecieron otros virtuosos de ese "piano", como Heriberto, un muchacho de Corral de Piedra, cuyo apellido ahora se me escapa, se hizo a un lado, pero del acordeón y de los calabazos con piedras, porque agarró fue el micrófono, tenía buena voz y un sentimiento especial para hacernos sentir más fonsequeros.

Así armaron "La Pelotica", un conjunto de unos seis o siete integrantes. Me acuerdo, además que el bajo eléctrico no había llegado, ese tiempo y espacio musical lo llenaba "Mordisco e' Burro, un mansito de cara adusta y ceño fruncido con una gran cicatriz que atravesaba uno de sus cachetes, no me acuerdo cuál, sentado en un cajón de madera rústica sin pulir que hacía vibrar unos flejes, ellos le llamaban marimba, y el que la tocaba era Chema, otro José María, como tantos Chemas, que hubo y todavía abundan en esta floresta.

Después armaron otro conjunto, o fue el mismo, ahora pienso que lo que le cambiaron fue el nombre, le pusieron "Los caciques de La Guajira", y hasta Bogotá fueron a dar, allá "corronchones y todo" grabaron cipote L.P., y dejaron más de una anécdota.

Después apareció en Fonseca un tipo chiquitico ¡pero con una voz!

Dios mío, de ángel.

Enseguida se contactó con esa gente, venía de unos cáncamos, una región limítrofe entre San Juan y Fonseca donde hay dos caseríos de labriegos del monte de pan coger y de tierras ajenas: Sitio Nuevo y Pondorito.

Pero él hizo más liga fue con José Hilario Gómez, un primo hermano mío, ese sí, muy hábil para esos botones de la derecha y de la izquierda ¡ojo! no ideológica, porque de eso, el primo, ni pío, sino del acordeón, me refiero a los pitos y a los bajos: recuerdo que José me decía: primo: el que sabe toca acordeón lo abre y lo cierra con una nota de Luís Enrique Martínez.

Bueno, sin embargo, Silvio, el pondoritero o sitionuevero, todavía no sabemos si es fonsequero o sanjuanero, fue alumno de canto de Jesús "Chu Maraca" Torres.

Silvio Brito Medina creció en Fonseca (bueno no tanto), anduvo con nosotros pa' rriba y pa' bajo, y es así que todos los fonsequeros lo queremos como uno de sus hijos más ilustres, incluyendo al suscrito, de quien me precio de ser su amigo personal.

A todo lo anterior súmenle que Hernando Marín, sí Hernando Marín Lacouture, no "pelaba" a Fonseca, y de cada rato se nos presentaba; todos sus éxitos cuando sonaban en el radio ya nosotros los habíamos disfrutado en innumerables parrandas.

*!Qué tiempos!*

Se podría llamar esta improvisada mini crónica que con mucho deleite me acaba de salir para los amigos de Música sin Fronteras.

Tomado de Facebook en el siguiente enlace: Jesus " Chu Maraca" Torres, no era guitarrista (QEPD).

Stevenson Marulanda Plata.
Fonseca La Guajira, abril 3 de 2021

sábado, 26 de mayo de 2018

Tomado de El Pilón en Valledupar el 12 de marzo de 2011

TOMADO DEL PILON (VALLEDUPAR ) HOY 12/03/2011
 Por: JULIO OÑATE MARTÍNEZ

Un 27 de diciembre del lejano año de 1907, en el hogar de Lucas Gómez Aragón y Margarita Daza Vidal, nació el niño José María, quien – con el correr de los años- llegaría ser pionero en la figura del compositor como tal, es decir, desligado de la interpretación del acordeón.

Su vena musical la recibe de su padre, ya que los Aragón provenientes del pueblo de Camarones, (Guajira), fueron reconocidos músicos que dominaron el violín, la guitarra y la bandurria, llegando inclusive a fabricarlos. Desde los 7 años, el pequeñuelo ya preocupaba a su madre con las escapadas que se daba de la casa a ver los ensayos de la banda del pueblo, cuyo director era Francisco Arrieta, de Galapa, (Atlántico), razón por la cual el grupo, era conocido popularmente como La Banda de Arrieta. La banda mencionada interpretaba música propia de la época: Danzas, Danzones, Valses, Pasillos, pero la música provinciana no afloraba todavía.

En 1922 ante la carencia de colegios en Fonseca es enviado a Santa Marta y posteriormente a Bogotá donde se graduó en el año 34 en Odontología, en el Instituto Dental Colombiano, que era la Facultad de la época. Durante su permanencia en Bogotá muestra inclinación por el violín, aprendiendo rápidamente a interpretarlo. Con algunos paisanos que tenían sus mismas inquietudes musicales organizó una pequeña orquesta en la capital, ganando popularidad como La Orquesta de los Costeños. Actuaban en concursos y reinados  estudiantiles, pero los cachacos, enemigos de la bulla, lograron a los dos años acabar estos eventos con la consiguiente desintegración del grupo. Entre los integrantes estaban, Diofanor Peña, abogado y magnífico guitarrista; un venezolano de apellido Altube, como segundo violinista y en la guitarra, de origen chocoano, el negro Rendón. Además, un valluno de apellido Mosquera en la flauta, el barranquillero Enrique Millón en la guitarra y Chema Gómez primer violinista. El director era Rafael Gómez músico de la Filarmónica de Bogotá.

En 1924 por problemas de salud no estudió y se quedó en Fonseca y en una visita a Patillal donde su primo Tomás Cipriano Medina Gómez, fue invitado por éste a una noche de festejos donde los indios que habitaban las estribaciones de la Sierra Nevada. El manejaba algo la estructura musical y de regreso al pueblo en un papel pautado escribió la musiquilla de los indios, cuyos versos nunca olvidó y que decían:

"Echa pa' lante chava soto, 
que vamo a amanecé,
echame un trago, echame tré'
que vamo a amanecé
que si yo no te los pago
te los paga mi muje'. 

La anterior experiencia fue para Chema el punto de partida para explorar lo que denominó “Música Provinciana” y empieza a componer algunas cosas, pero tomando como base el sonsonete de los indios. A su regreso a Bogotá, el año siguiente, incorporó estas primeras muestras al repertorio de los costeños y durante un ensayo del grupo recibió la visita del director de La Filarmónica, Guillermo Espinoza Grau, quien al escuchar las melodías de los arhuacos y fascinado por ellas, le recomendó que siguiera cultivando esa música que algún día tendría renombre.

En una fecha parecida a 1936 ya el joven odontólogo Chema Gómez había compuesto sus primeras obras musicales las cuales fueron Fonseca Y Sanjuanera  que más adelante fueron identificadas como paseo. A comienzos del 40 dio a conocer su obra más celebre El Compae  Chipuco.  Aunque no fue un compositor muy fecundo sus obras todas tienen sabor terrígeno y están impregnadas con un toque humorístico donde resalta la picaresca, entre ellas podemos mencionar El Indio Leguleyo y El Piojo, además el paseo Alborada Musical, el merengue Canto a las Mujeres y la puya Amor Borracho.

Chema Gómez se radicó en Santa Marta la mayor parte de su vida y por achaques propios de la edad, allí recibió la muerte después de haber tenido una existencia fructífera, dejando un legado musical que hoy reposa en nuestro preciado cofre del folclor vallenato. 

El Vallenato nació en Fonseca por José M. Gómez Daza (Chema Gómez)

 

Controversia interesante - El vallenato nació en Fonseca

 Por: José M. Gómez Daza (Chema Gómez) 

Donde nació realmente el Vallenato?

Los valduparenses con Consuelo de Molina a la cabeza, dicen que ellos lo oyeron por primera vez, y de ahí que se agarren a este convencimiento, hasta el punto de que han creado anual­mente un festival, que termina con la coronación del rey cada año.

Al respecto, el doctor José María Gómez Daza, conoci­do ampliamente como Chema Gómez Daza, odontólogo, musicólogo, compositor y ejecutante sin par de varios ins­trumentos, nos ha sorprendido con un trabajo, en el cual él comprueba que el vallenato nació en Fonseca, la tierra de sus mayores.

Y tiene autoridad el autor, en razón a que Chema Gómez Daza, no es músico de hoy, sino que arranca del pasado, de su prodigiosa creación, ya que ha­ce varios años, varias de sus magnificas inspiraciones, fue­ron ejecutadas y grabadas por aquella orquesta sin par, que existiera hace muchos años en Barranquilla, Emisora Atlántico Jazz Band, de Guido Perla, orquesta integrada por verdaderas estrellas en cada instrumento. De consi­guiente que el doctor José María Gómez Daza el autor de "La Gacela" y "Compae Chipuco" que hicieron furor en su época, tiene autoridad para hacer esta afirmación, que el Vallenato nació en Fonseca.

El Vallenato nació en Fonseca?

Solamente para complacer a mis amigos y sin ningún deseo de originar polémica alrededor del origen del fol­clor musical Provinciano, hoy Vallenato, me voy a permitir expresar algunos conceptos recogidos desde mi infancia allá en Fonseca, la más bella comarca de la promisoria Guajira. Ojalá que si sean tenidos en cuenta cuando se haga un estudio completo sobre este asunto. Como es in­discutible, el acordeón fue introducido a nuestro país por inmigrantes italianos y alemanes, a principio de este si­glo, sin duda alguna por el puerto de Riohacha el más im­portante por su comercio de importación y exportación desde tiempo de la colonia.

Los comerciantes italianos Donato y Félix Anicharico fueron los primeros que trajeron acordeones para la ven­ta en Riohacha. Donato, de Riohacha pasó a vivir con su familia a Fonseca donde estableció una casa comercial, la más importante en su época. El tocaba muy bien el acor­deón y entre muchas melodías le oía ejecutar TORNA SORRENTO, MAMA MÍA y partes de óperas.

Los primeros acordeonistas: ‘que surgieron en Fonseca fueron Luis Pitre, Gabriel Sajaud, Roque Pinto y Juan So­lano. Luis Pitre y Gabriel Sajaud aprendieron a tocar con Donato Annichiárico por ser empleados de su almacén desde muy jóvenes. Pitre era un gran ejecutante de puyas y currulaos. Sajaud era más clásico. A él le oí tocar valses de Estraus, partes de la Casta Susana, etc. Sin lugar a du­da el mejor acordeonista que tuvo las Provincias de Pa­dilla y Valledupar fue Luis Pitre. Tenía el don del verdade­ro músico, de no tomar trago ni fumar; pero eso sí, muje­riego espantoso con grandes éxitos por su decadencia y porte gentil. 

¿Qué era la Colita? 

En Fonseca como en los demás pueblos de las provincias de Padilla y Valledupar después de la guerra de los mil días, había una agrupación musical (banda) bastan­te completa dirigida por Rafael Arrieta. Todos los pueblos de estas provincias, Fonseca, San Juan, Villanueva, Valledupar, etc., después de la primera guerra mundial quedaron en la ruina total porque todos se habían dedicado al cultivo del café, del tabaco, prepara­ción de pieles de animales, etc., artículos que eran lleva­dos a lomo; de mula a Riohacha de donde eran exporta­dos a Alemania y demás centros europeos devastados por la guerra.

Terminada dicha guerra, comenzó, entonces, la reorga­nización del cultivo de banano en la Zona Bananera donde se decía corría tanto dinero que los obreros en vez de espermas para bailar la Cumbia, quemaban billetes.

Hubo una constante emigración de provincianos espe­cialmente de Fonsequeros hacia Aracataca,. Riofrio, Se­villa, etc. Como consecuencia, se desintegró la banda de músicos quedando en Fonseca solamente el clarinetis­ta y acordeonista, Juan Solano, el del bugle, José A. Pumarejo y los de la batería Dionisio Torres y Rafael Quintero. A este grupo musical lo llamaban los fonsequeros ' 'LA PIOR ES NA".

Como quedó sin director la bandita, tuvieron que echar mano de cantos comunes del pueblo que denominaron, "Colitas" nombre originado por el uso en esos tiempos del saco que llevaba una abertura en la parte posterior que el bailador abría al actuar. Las primeras melodías (cancio­nes) que se escucharon con el nombre de "Colitas" fueron el Dr. Medina, el Mondongo, La Mujer Amarilla, la ho­ja del Café, Chava Soto y una serie de valses autóctonos denominados "Valses Hatiqueros" compuestos en el poblado El Hatico, Corregimiento de Fonseca. Es importante advertir que los bailes de "Colita", solo tenían lugar en las clases bajas del pueblo. No eran aceptados en las cla­ses altas. Poco a poco fueron escalando las capas sociales en todos los pueblos de la provincia introducidos por los fonsequeros.       

 Origen del Son y Paseo 

"LA PIOR ES NA" fue desapareciendo por consunción y fue surgiendo el típico conjunto de acordeón, tambor y guacharaca. Como hasta ahora persiste. En esta forma fue muy notoria la influencia que tuvo el conjunto hatiquero de Santander Martínez, padre de Luis Enrique Martínez, uno de los reyes vallenatos de más nombradía por sus composi­ciones e interpretaciones. Solo en los últimos años de la década de los años 20 aparecieron los sones y paseos, mo­dalidades melódicas muy difícil de distinguir unas de otras, por los más entendidos en el canto vallenato.

Tanto el son como el paseo se escriben en medida de dos por cuatro (2x4). El son es una melodía lenta en sus movi­mientos, sentimental, triste y generalmente es sobre te­mas amorosos. Tuvo su origen en el Chicote, música y baile de los indios Aruhacos. El paseo, es más movido, con frases musicales, separadas por silencios en su parte vo­cal, los que son llenados por arabescos, adornos, tomados de la solera de la casa al capricho del acordeonista. Tuvo su origen en El Pilón, música de expresión mesti­za cuyas comparsas se presentan aún en los carnavales en la mayoría de los pueblos guajiros.

Ejemplos de sones: Matilde Elena, Bertha Caldera, Fonseca, Compae-Chipuco.

Ejemplos de paseos: Carmen Gómez, El Chevrolito, El Piojo, etc.

Editorial agosto 15 de 2003 del Periódico El Tiempo

El club de los artistas muertos

Se han ido desgranando uno a uno en las últimas semanas, como si tuvieran cita para un concierto en otra parte: Celia Cruz, Compay Segundo, Pacho Rada, Sergio Barreto (que fue el alma del son en París durante más de treinta años), Tite Curet Alonso (notabilísimo compositor puertorriqueño de La tirana, Plantación adentro y Periódico de ayer) ...

Ahora se suman a ellos Vicente Garrido, el gran bolerista mexicano autor de Te me olvidas, Una semana sin ti y No me platiques más, y el doctor José María “Chema” Gómez Daza, uno de nuestros más veteranos vallenatos, que acaba de morir en Santa Marta a los 95 años de edad. Suyos son el famoso paseo Compae Chipuco y otra veintena de cantos. 

El éxodo definitivo de grandes compositores y artistas latinoamericanos priva a la música popular de nombres que contribuyeron a crear la leyenda del son, de la salsa, del bolero, del vallenato, de la guaracha. Sin embargo, todos ellos brillan ya sobre el mar de la música caribe, cada vez más hondo y extenso, y seguirán presentes en sus canciones y en sus discos. 

Chema Gómez se confiesa: por Silvio Modesto Echeverría R

 
CHEMA GOMEZ, AUTOR DE 
“EL COMPAE CHIPUCO”, SE CONFIESA


Por: Silvio Modesto Echeverría R. 

"Cuando estés triste cántale a tu tierra, así darás a ella grata contribución." José María Gómez Daza.

Dentro del compromiso folclórico contraído con la masa lectora, hoy decidí entrevistar a otra de las grandes figuras de folclor del Mag­dalena Grande como lo es el com­positor José María Gómez Daza, conocido a nivel mundial por su canción "El Compae Chipuco", lle­vada al acetato por muchos artis­tas entre ellos Carlos Vives Restrepo. Nació el compositor en su amada Fonseca, antes pertene­ciente al Departamento del Mag­dalena y hoy día a La Guajira, el 27 de diciembre de 1907.

Se siente muy débil y manifiesta que llegó a esa edad (93 años por cumplir) porque no tomaba trago ni fumaba pero que sí gozó de muchas muje­res. Y aunque es una edad propia para abordar la fantasía, conserva su espíritu firme y sus recuerdos, pero algunas veces, como lo dije antes, da rienda suelta a la fanta­sía lo cual aplaudo. Casado con Celia Bermúdez de Gómez, una samaria de grandes cualidades y calidades morales, de la que en­viudó hace varios años y quien le dejó los siguientes retoños: Mar­garita Gómez de Correa, nacida en 1938, toda una dama, dedicada hoy a su hogar; Sara Gómez Ber­múdez nacida en 1940, pensiona­da de Puertos de Colombia; José Lucas Gómez nacido en 1942, pensionado del Sena, Alvaro Gómez Bermúdez nacido en 1944, pensionado de Puertos de Colom­bia y José María Gómez Bermúdez nacido en 1952 y bacteriólogo de profesión. Sus hijos le han dado los siguientes nietos: Margarita, Cecilia, Jaime Enrique, José Lucas, Maritza, Mónica, Diana, Eduardo Enrique, María Carolina, Guillermo José y Ana Lucía y a su vez sus nietos le han regalado los siguientes bisnie­tos: Flavio José, José Daniel, Hugo José y Camila. Todos estos perso­najes alegran la existencia de Che­ma Gómez.

Fue hermoso y placentero que a la realización de esta entrevista todos sus hijos, salvo Sara, estuvieran presentes lo que motivó más esta charla con el autor de “El Compae Chipuco”, “El Piojo”, llevados al acetato por Ivan Villazón Aponte, “Fonseca”, grabada con maestría por los Hermanos Zuleta Díaz, Tomas Alfonso y Emiliano Alcides, “El Indio Leguleyo”, “La Cachaca”, canción que fue estrenada para la primera Fiesta del Mar que se realizó en Santa Marta y en la cual el artista invitado fue Chema Gómez  y el día de la coronación fue dada a conocer y en la guacharaca se encontraba su hijo José Lucas , “la Perla del Caribe”, dedicada a Santa Marta, “Amor Borracho”, “Pizpireta”, para una mujer que mostraba sus dones coqueteriles a los habitantes del barrio donde vivía el compositor, "El beso de estilo" parecido a "El piojo", de doble sentido, "Chapalante", "Sanjuanera", dedicada una dama de San Juan, "La gacela", "Carrizal", "Alborada musical", poe­ma inspirado en su pueblo natal Fonseca y "La trío", son en total quince composiciones que están listas para ser integradas en un disco compacto si es que se en­cuentra financiación. La verdad que sería un bonito detalle por parte de sus hijos y un gran testimonio para el folclor del Magdalena Grande y sobre todo del Fonsequero.

En la casa de Margarita donde se encuentra viviendo José María Gómez Daza y en un ambiente de camaradería, hicimos esta entre­vista al odontólogo, compositor y pensionado del Ejército, luego de dejar de ejercer su profesión hacia los años 62-63 ante la pérdida de un ojo. Así iniciamos este encuen­tro:

¿Qué instrumentos toca Che­ma Gómez y dónde los apren­dió?
Cuando estudiaba mi carrera en Bogotá, paralelamente estu­diaba música en Bellas Artes y es así como le puedo decir que sé tocar guitarra, acordeón, piano, dulzaina, que fue el primer instru­mento que manejé, tenía como siete u ocho años allá en Fonseca, violín, tiple, bandurria. Ahí tengo un acordeón piano (el último ins­trumento que he tenido), me costó $450.000 aquí en Santa Marta, se lo compré a una señora a quien se lo trajeron de Estados Unidos que lo había encargado para su hija pero que dicha hija no quiso mane­jarlo porque le daba pena, enton­ces me lo vendió a mí por los mismos $450.000 que le había costado. Como le dije, en Bellas Artes aprendí a tocar varios instru­mentos.

Pienso que su primera can­ción no fue "Compae Chipuco". ¿Estoy en lo cierto o equivoca­do? Acláreme esto. Yo había compuesto otras can­ciones que no habían sido graba­das. Hay una de esas que dice: Sin comején no ponen las cotorras/ y sin mujeres yo no voy donde Goya (Magolia).

Díganos, ¿cómo fueron naciendo sus canciones y exprésenos sus temáticas? 

• "El piojo", eso es lo que se denomina poesía atrávica. Pues hacia años que en Francia y en España la empleaban; que era empezar esta estructura. para expresar cosas que no se podían decir públicamente porque eran inmorales. Aquí podemos decir que nació el doble sentido que hoy día maneja Dolcey Gutiérrez.

• "Fonseca". En Fonseca había una tradición, todos los sábados por la noche, en El Hatico tocaban un tambor para indicar que ese día había baile y los jóvenes de Fonseca y pueblos vecinos iban a bailar allí, entre ellos Abraham Correa.

• "El indio leguleyo". Lo que narro en esta canción fue verídico, era un indio que tenia una empresa (la gente prodigiosa de Atánquez). Él, con un grupo de ellos, fabricaban ron de contrabando en la Sierra de Atánquez y yo conocí al indio, pero un día que se encontraba vendiendo el licor lo cogieron preso y un tío mío lo sacó de la cárcel, alegando que él no era el propietario del negocio sino un vendedor.

• "La cumbia del Caribe". (Su hijo José Lucas le silba la canción). Es una canción que yo he hecho especialmente para dejársela a Santa Marta.

• "El amor borracho" es otra canción muy bonita, su música es parecida a la de "El piojo", alegre, es un poco inmoral que se puede decir en canción pero no todo el mundo es capaz de eso.

• "Pizpireta". Esa la compuse ya viejo. Era una vecina que mostraba alegría en su andar, era una morena alta. buena moza. le picaba el ojo a todo el mundo y cuando ella pasaba por acá todos teníamos que ver con ella.

• "Chapalante", es una danza Aruhaca, con tambora (vuelve José Lucas a silbarle la melodía).

• "Sanjuanera". Aunque siendo fonsequero hice esta composición para resaltar a la gente de San Juan, de Valledupar, de Fonseca porque era muy unida, gente buena. por eso le hice ese canto.

• "Carrizal". Esta canción se la dediqué a un barrio que queda en Fonseca.

• "Alborada musical". En ella hablo del amanecer de Fonseca y expreso: "Ya los loros no cantan y los perros no ladran", me sentí bastante inspirado cuando la compuse.

• "El compae Chipuco". Esta canción causó revelo y extrañeza en Valledupar porque la gente de Valledupar era manchada, en esa época había un animal, una avispa que le picaba a uno cuando se bañaba en el río y le picaba el cuerpo, las piernas y las manos, entonces el vallenato puro (habitante) era pintado, por eso la canción dice:

"Y allá en la plaza me encontré con un viejito conversón, entonces bruscamente le pregunté compadre, ¿cómo se llama usted? Me llamo compae Chipuco y vivo a orillas del río Cesar soy vallenato de verdad/ tengo las patas bien pinta no creo en Santos (candidato Liberal) no creo en Santos no creo en na yo creo en López (que era el otro candidato nieto de una vallenata) en Santo Eccehomo y nada más.

¿A cuáles de las canciones le ha puesto afecto y confianza?
Después de "Compae Chipuco" que me ha dado tantas satisfacciones me gusta "Fonseca", que dice:

"Allá en Fonseca, donde brilla la luna entre cardones y tunas suena un acordeón" esa canción fue bastante divulgada y en Fonseca gustó mucho. Fonseca y la provincia de Padilla eran los más hermosos de toda esta vaina.

¿Quién o quiénes de sus hijos. nietos o bisnietos han heredado la vena musical suya?

Ninguno, se va a morir mi vena musical y no va a haber seguidores.

¿Le ha permitido la música (sus composiciones) educar a sus hijos o por el contrario tuvo siempre algún trabajo asegurado o pensión?

Yo nunca he dependido de lo que la música o mis creaciones me han dado, eduqué a mis hijos gracias a mi profesión de odontólogo, cuando terminé mi profesión me vine para Santa Marta y aquí fui bien recibido como dentista, y actualmente  gozo de una pensión por haber trabajado con el Ejercito.

Hablemos de la amistad. ¿A quienes considera sus verdaderos amigos?

Yo tuve buenos y verdaderos amigos, pero hoy que voy a cumplir 93 años. mis amigos casi todos se han muerto.

¿Sufrió usted alguna decepción con un músico, amigo o vocalista?
No. Yo siempre he sido muy distinguido entre los compositores provincianos, no solo en la provincia sino en Barranquilla. Cartagena y en Ciénaga, donde me conoce mucha gente.

Ahora el turno es para su esposa. hábleme de ella. ¿Cómo se conocieron y si ella lo inspiró alguna vez?
Mi esposa era samaría, neta, muy samaria. fue bella, de apellido Bermúdez. era pobre pero muy distinguida, nunca le hice una composición. nos conocimos en esta ciudad.

Si le dieran la oportunidad de escoger un vocalista y un acordeonista para que interpretaran sus canciones ¿a quién o quiénes escogería?
Muy difícil de contestar por el lado de los acordeonistas, hay mucha gente que no sabe tocar acordeón.

¿A usted le gustaría que sus canciones, su vida saliera publicada en un libro, que quede para la historia folclórica?
Si. siempre y cuando sea para darle importancia a los hijos. Mis hijos son muy juiciosos y distinguidos entre la familia, me gustaría que dejaran alguna historia. Ellos se han portado muy bien, mejor dicho...

Díganos algo, maestro, que haya engrandecido su ego.
Para un febrero, siendo yo muy joven, que hubo unos carnavales en Santa Marta, el Club Santa Marta, integrado por gente distinguida de esta ciudad, me eligió miembro honorario, entonces eso ocasionó una pelotera terrible entre habitantes de Santa Marta que eran miembros.

Y como cierre de esta entrevista acudimos a uno de sus hijos, José Lucas, a quien le preguntamos: Ya usted conoció la descripción que su padre hizo de ustedes.

¿Cómo lo define usted?
Ha sido un buen padre, nos enseñó, nos dio muchos valores y lo que más vivenciamos nosotros es el valor moral que nos deja, las buenas costumbres. Nos dio una educación que es fundamental y que uno espera dejarle a sus hijos. En términos generales, ha sido un buen padre.

Articulo publicado en el periódico Hoy Lunes Diario del Magdalena el domingo 1 de octubre del año 2000.